Todos sabemos casos de parejas que no han logrado su sueño de quedarse embarazadas hasta que no se han ‘rendido’. Sí, hasta que no se han rendido después de años con tratamientos de reproducción asistida, de fertilidad, inseminaciones, fecundaciones in vitro… Y ha sido entonces, tal vez cuando estaban rellenando los papeles de la adopción, o cuando aceptaron que su vida podía ser igualmente completa sin necesidad de ser padres, cuando se ha producido la gran sorpresa del embarazo.
En esos casos solemos decir coloquialmente que este embarazo ha sido posible porque se han relajado, tras dejar el tratamiento de reproducción asistida, porque se han quitado de encima el estrés. Y no nos falta razón, ni mucho menos: eso es, exactamente lo que ha pasado. Porque una de las principales causas de infertilidad que vemos en consulta es la sensibilización central, un estado de estrés crónico que te pone en un estado de alerta permanente.